lunes, 4 de julio de 2011

La muerte de Narciso :Nicolas Poussin, 1627 Museo Nacional del Louvre


ECO Y NARCISO

Eco era una jóven ninfa de los bosques parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, la esposa de Zeus y éste aprovechaba esos momentos para mantener sus citas extraconyugales.

Hera, furiosa cuando supo esto, condenó a Eco a no poder hablar, sino solamente a repetir el final de las frases que escuchara y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.
Narciso era un muchacho precioso. Cuando nació el adivino predijo que si él veía su imagen en un espejo sería su perdición, así que su madre evitó siempre los espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado.

Narciso creció así. Hermosísimo sin ser consciente de ello y haciendo caso omiso a las muchachas que suspiraban porque se fijara en ellas. Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba anticipando a su destino, siempre parecía estar absorto en sus propios pensamientos, ajeno a lo que le rodeaba.

Narciso daba largos paseos sumido en sus cavilaciones y uno de esos paseos le llevo cerca de la cueva en la que Eco vivía. La ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él pero no tuvo el valor suficiente para acercársele.

Narciso encontró agradable el camino que había seguido aquel día y lo repitió muchos días más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día un ruido que hizo al pisar una ramita, puso a Narciso sobre aviso y la descubrió.

Eco palideció al ser descubierta y enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella:

"¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues?"
"Aquí... me sigues..." fué lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz. Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba.

La ninfa acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa pero la risa helada de Narciso le desgarró.

Y así, mientras el muchacho se reía de ella, de sus pretensiones, de su amor... Eco moría.

Se retiró a su cueva, donde dicen que permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz quedada, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oido decir a Narciso: "qué estúpida..., que estúpida..., qué... es...tú....pi...da...". Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva.

Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis... y así Némesis, diosa griega, que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había salido a pasear y le encantó hasta casi matarlo de sed.

Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco y, sediento, se dirigió hacia él. A punto de beber vió su imagen reflejada en el río y como le habían predicho al nacer quedó absolutamente cegado por su propia belleza en el reflejo. Y enamorado, como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas.

En el lugar de su muerte surgió una nueva flor a la que se le dio su nombre, el narciso, flor que crece sobre los bordes de los ríos reflejándose siempre en ellos.

domingo, 3 de julio de 2011

EROS Y PSIQUE : WILLIAM BOUGUERAU Y ANTONIO CÁNOVA

Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita, celosa de su belleza, envió a su hijo Eros (Cupido) para que le lanzara una flecha de oro oxidado, que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar; cuando Psique se durmió, se la llevó volando hasta su palacio.

Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche, en la oscuridad, se amaban. Una noche, Psique le contó a su amado que echaba de menos a sus hermanas y quería verlas.

Las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia. Psique les hace caso y enciende una lámpara para ver a su marido. Una gota de aceite hirviendo cae sobre la cara de Eros dormido, que despierta y abandona, decepcionado, a su amante.


Psique recorrió el mundo en busca de su amado, recluido en la morada de Venus, que a su vez buscaba encolerizar a la joven. Tras someterla a penosas pruebas en las que Psique fue ayudada por los animales y los elementos, Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique (la unión del Amor con el Alma), y el hijo que éstos tuvieron se llamó Placer o (en la mitología romana) Voluptas.

Prometeo Peter Paul Rubens (1612). Museo de Arte de Filadelfia

Aquel invierno fue muy crudo, y los pueblos de la Tierra, sin el calor de las hogueras, morían de frío.
Prometeo, hijo de titanes, sintió pena por ellos. Consciente de los peligros que corría, robó el fuego a Zeus y lo llevó a la Tierra.
Zeus, enfurecido, ordenó a su hijo Hefestos que encadenara a Prometeo en lo alto de un peñasco, donde cada día llegaría un buitre a arrancarle las entrañas en medio de espantosos dolores, y donde cada día las entrañas de Prometeo volverían a renacer.

Los hombres, poseedores entonces de la luz del fuego eterno, eran muy felices, lo cual incomodaba a Zeus, por lo que éste ordenó al artesano divino Hefestos que creara a Pandora para ser enviada a los hombres en carácter de condena. Hefesto la modeló con arcilla y lágrimas. Para tornarla atractiva cada divinidad le otorgó un don, de ahí su nombre Pandora ("todos los dones"). Ordenó a los orfebres del Olimpo que construyeran una formidable caja que serviría de dote para que Pandora se desposara con Epimeteo (también hijo de titanes). Una vez concluida la mujer se la ofreció a Epimeteo junto a la caja que contenía todos los males del mundo

Epimeteo y Pandora vivirían entre los hombres, en un ambiente de infinita felicidad, con la condición de que nunca abrieran la caja que contenía tesoros incomprensibles para los hombres. Zeus confiaba en que la inefable curiosidad femenina empujaría a Pandora a abrir la caja, lo cual presumiblemente ocurrió, liberando no tesoros, sino todos los males como la muerte, la peste, el hambre y la guerra, hasta entonces desconocidos por los hombres, con los que Zeus se vengaba de la humanidad por usar el fuego de los dioses. Cuando Pandora se dio cuenta de lo que había hecho cerró la caja pero en el fondo quedaría únicamente la esperanza, con la que los hombres se consolarían.

Leda por : François Boucher, Adam Miller ,Leonardo da Vinci y Dalí



El mito elegido es una de las transformaciones de Zeus- Júpiter, esta vez en un cisne, para poseer a Leda. El pasaje es quizá uno de los más eróticos y sensuales de la mitología, después del rapto de Europa o el mito de Dánae.
Existen numerosas obras desde Dalí, en su cuadro Leda atómica, a Tintoretto, pasando por Matisse o Paul Cézanne, o el mismo Leonardo da Vinci, muchísimos autores han retratado esta escena.
En la mitología griega Leda, era hija de Testio y esposa de Tindáreo de Esparta, una de las doncellas seducidas por Zeus. Cuando caminaba junto al río Eurotas, se le presentó Zeus transformado en cisne y fingiendo ser perseguido por un águila, la violó. Esa misma noche yació con Tindáreo. Como consecuencia, puso dos huevos de los cuales nacieron cuatro hijos: Helena de Troya, Pólux (inmortales, presumidos hijos de Zeus) y Clitemnestra y Cástor (mortales, supuestos hijos de Tindáreo) conocidos como los Dioscuros. Leda luego es divinizada por Némesis, la diosa del castigo justo.

El juicio de Paris, Peter Paul Rubens, 1638-1639 (Museo del Prado, Madrid)

LA MANZANA DE LA DISCORDIA. ORIGEN LEGENDARIO DE LA GUERRA DE TROYA

Se celebró una gran boda entre la diosa Tetis y el mortal Peleo. Eris o Eride, la diosa de la Discordia, molesta por no haber sido invitada a la boda, a la que habían sido convidados todos los dioses, urdió un modo de vengarse sembrando la discordia entre los invitados: se presentó en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete, y arrojó sobre la mesa una manzana de oro con la inscripción: “para la más bella” . Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) se disputaron la manzana produciéndose una gran confusión y disputa, que hubo de intervenir el padre de todos los dioses, Zeus, que decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, que era príncipe-pastor hijo del rey de Troya.
Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando sobornarlo. La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear, o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia, además de serlo de la guerra, le ofreció la sabiduría, o, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo y eligió a Afrodita (¡¡hombres!!)
Su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao; en ocasión del paso de Paris por las tierras de este rey, y después de haber estado una noche en su palacio, Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya, ella se dejó porque en aquel tiempo las mujeres eran como borregos.
Esto enfureció a Menelao y éste convocó a los reyes aqueos como Agamenón, su hermano, Odiseo, que, inspirado por Atenea, fue el que ideó el caballo de madera con el que la expedición aquea pudo por fin tomar Troya y Aquiles, entre muchos otros, para ir a recuperar a Helena o, si fuese necesario, pelear por ella en Troya.

Dánae y la lluvia de oro-- Gvstav Klimt y Tiziano Vecellio



Danae era hija de Acrisio, rey de Argos. El oráculo había pronosticado que el hijo de Danae mataría a Acrisio, por lo que éste encerró a su hija en una torre de bronce, al cuidado de una anciana y alejada del mundo. Sin embargo, Acrisio no pudo evitar que su hija fuera seducida por Zeus. Todo ocurrió en una noche estrellada. Dánae yacía desnuda en su lecho
mientras soñaba con la ansiada libertad, cuando por una de las
rendijas de la cámara, apareció Zeus, que transformándose en una
suavísima lluvia dorada, entró dentro de la habitación. Así, gota a
gota, fue cayendo Zeus sobre el cuerpo desnudo de Dánae. Estas gotas doradas, uniéndose en un abrazo luminoso y vibrante, la poseyeron,
introduciéndole la semilla de una nueva vida: la del futuro héroe
Perseo.
cuando el rey conoció la noticia, encerró a su hija y su nieto en un cofre y los arrojó al mar, siendo recogidos por Dictis. A pesar de evitar la muerte a manos de su nieto, Perseo acabó con la vida de Acrisio, de manera accidental, ocurrió en unos juegos deportivos, donde Perseo lanzó un disco que,
accidentalmente, golpeó mortalmente la cabeza de Acrisio, que murió
al instante. Así, lo que no quiso hacer Perseo por propia voluntad,
se cumplió por voluntad divina. Cumpliendose el oráculo.

Apolo y Dafne por Bernini

EL ORIGEN DE LA CORONA DE LAUREL

Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Eros en el arte de lanzar flechas. Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él y para ello le arrojó una flecha de oro, que causaba un amor inmediato a quien hiriere. También hirió a la ninfa Dafne con una flecha de plomo, que causaba el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la ninfa corrió y corrió hasta que agotada pidió ayuda a su padre, el río Peneo, el cual determinó convertir a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la transformación: su cuerpo se cubrió de dura corteza, sus pies fueron raíces que se hincaban en el suelo y su cabello se llenó de hojas. Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Y dijo: "Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria"

Representación del nacimiento de Atenea en un vaso ático de figuras negras de ca. -560

Zeus, conocido entre otras cosas por sus numerosas aventuras y amantes, decidió tener un idilio con la Titanide Metis, esta trato de resistirse y adopto numerosas formas para huir del dios, cuando el dios al final la apresa y se acuesta con ella engendran una hija. Pero como Urano y Gea, madre de la tierra le habían revelado a Zeus que si tenía una hija con Metis, luego esta tendría un hijo, el cual lo acabaría destronando, en cuanto descubrió el embarazo engañó a la titanide con palabras melosas para que se tumbase en el lecho, abrió su boca y se la comió. Pero llegado el momento en el que tendría que haber nacido la diosa, Zeus comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, tan fuerte era el dolor que soltó tal chillido que su eco resonó por todo el firmamento. Hefesto se le acerco corriendo y Zeus le ordeno que le abriera la cabeza de un hachazo. Este cogiendo su cuña y su mazo así lo hizo y de la frente del dios salió Atenea ya adulta, la cual iba completamente armada y lanzo un gran grito de guerra. Ante ella se estremeció el cielo y la madre de la tierra, las ola del mar dejaron de moverse y el temor se apodero de todos los inmortales que la vieron. Y este es el mito del peculiar nacimiento de Atenea, engendrada por la cabeza de Zeus.

Saturno devorando a su hijo: Dalí, Giambattista,Rubens y Francisco de Goya



Mucho antes de reinar el Olimpo, Cronos (Saturno para los romanos) era el más jóven de los Titanes, hijos de Gea y Urano (la tierra y el cielo). Urano, odiaba a sus hijos por ser monstruos: los Cíclopes, gigantes de un solo ojo, etc.. y los escondió en la Madre Tierra, Gea, incapaz de soportar el dolor y la humillación, convenció a los Titanes para que se rebelasen contra su padre. Sin embargo estos temían a su poderoso padre y solo Cronos fue lo suficientemente valiente para unirse a su madre en tal empresa. Gea fabricó una hoz para Cronos y le convenció de que diese muerte a su padre, así Cronos corto los genitales a su padre Urano matándolo . Cuando cumplió sus deseos, se desposó con su hermana Rea, pero temeroso de que sus propios hijos se levantasen en su contra, se los tragaba en cuanto nacían. El único en escaparse fue Zeus a quién Rea había escondido en Creta, engañando a Crono y entregándole una piedra envuelta en pañales..
Así Cronos es el anciano dios del tiempo, lleva la hoz con la que corto los genitales de su padre, finalmente sigue en su practica, desde que nacemos nos consume poco a poco....

Laocoonte y sus hijos Escuela de Rodas o Pérgamo. H. 50 d.C.

Laocoonte pronuncia la famosa frase Timeo danaos et dona ferentes (Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos), alertando a los troyanos de que podría ser una trampa, que dentro del caballo podía haber tropas aqueas y sugirió quemarlo, pero los troyanos no le hicieron caso. En su osadía lanzó palos en llamas para tratar de quemar el caballo de madera, en ese momento dos grandes serpientes emergen de las aguas y devoran a sus hijos; angustiado, se lanza a luchar contra las serpientes y también resulta devorado.

Laocoonte había roto la prohibición de Apolo al casarse y tener hijos (era sacerdote), esto junto a la profanación que supone tratar de destruir un regalo a la deidad fue la causa por la que Apolo lo castigó.