domingo, 3 de julio de 2011

Dánae y la lluvia de oro-- Gvstav Klimt y Tiziano Vecellio



Danae era hija de Acrisio, rey de Argos. El oráculo había pronosticado que el hijo de Danae mataría a Acrisio, por lo que éste encerró a su hija en una torre de bronce, al cuidado de una anciana y alejada del mundo. Sin embargo, Acrisio no pudo evitar que su hija fuera seducida por Zeus. Todo ocurrió en una noche estrellada. Dánae yacía desnuda en su lecho
mientras soñaba con la ansiada libertad, cuando por una de las
rendijas de la cámara, apareció Zeus, que transformándose en una
suavísima lluvia dorada, entró dentro de la habitación. Así, gota a
gota, fue cayendo Zeus sobre el cuerpo desnudo de Dánae. Estas gotas doradas, uniéndose en un abrazo luminoso y vibrante, la poseyeron,
introduciéndole la semilla de una nueva vida: la del futuro héroe
Perseo.
cuando el rey conoció la noticia, encerró a su hija y su nieto en un cofre y los arrojó al mar, siendo recogidos por Dictis. A pesar de evitar la muerte a manos de su nieto, Perseo acabó con la vida de Acrisio, de manera accidental, ocurrió en unos juegos deportivos, donde Perseo lanzó un disco que,
accidentalmente, golpeó mortalmente la cabeza de Acrisio, que murió
al instante. Así, lo que no quiso hacer Perseo por propia voluntad,
se cumplió por voluntad divina. Cumpliendose el oráculo.

2 comentarios:

  1. Es extraño cómo llegué hasta estas pinturas. No soy amante del arte, pero su historia es hermosa... Gracias por compartirla.

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  2. Me alegro mucho de que te haya gustado. Muchos cuadros famosos cuentan historias mitologicas que a veces pasan desapercibidas, a mi me gusta descubrirlas.

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